Acciones como no planear, ni invertir o perder el control pueden ser algunos de los errores más comunes en el manejo de las finanzas personales.
Cuando los errores se convierten en hábitos, corregirlos puede ser aún más complicado y eso en la planeación de las finanzas personales puede afectar seriamente la economía.
Estos errores que cometemos en el manejo de las finanzas personales.
Gastar el dinero que aún no recibes. Siempre planea los gastos partiendo del dinero que tienes al momento. No hagas que el pago dependa de ingresos inciertos, como recibir un bono del trabajo o que alguien te pague una deuda. Así podrás mantener la autonomía de tus finanzas y un mejor control de tu economía.
No invertir. El dinero no se multiplica sin inversión. No te conformes con vivir siempre de una sola fuente de ingresos, busca alternativas que te permitan aumentar la fuente de tus ingresos y la rentabilidad de tus ahorros. Recuerda buscar la asesoría de un experto y tomar en cuenta algunos factores como son la rentabilidad, la liquidez y la seguridad, pues son variables decisivas para obtener mejores ganancias.
No planear para el futuro. Pensar que tu situación financiera es permanente es un error. El hecho de que siempre percibas los mismos ingresos no asegura que tus finanzas serán siempre estables. Prepárate para situaciones inesperadas. Te recomendamos tener un fondo para casos de emergencia. Separa y destina dinero para dicho fondo cada mes y procura tener siempre lo suficiente para cubrir tus gastos de manutención correspondientes a tres meses. Asimismo, prepara tu retiro.
Vivir al límite de tu capacidad financiera. Si mes tras mes tu quincena termina en ceros, no estamos hablando de una buena administración, sino de una situación de riesgo. Lo más sano es que mantengas un equilibrio de ingresos y egresos, incluyendo un ahorro recurrente. Con una planeación sencilla y proyectando metas financieras claras, podrás construir un excedente disponible para emergencias, para gastos no programados y para lograr tus objetivos.
Perder el control. Tener control de tus finanzas implica que en todo momento debes saber cuánto tienes, en qué gastas, cuánto debes y cuánto ahorras. Así tendrás un balance y no te comprometerás con gastos fuera de tu presupuesto.
Ignorar los gastos extraordinarios. Es usual tener una planeación estricta con los gastos fijos (renta, colegiatura, gimnasio, gasolina, entre otros), pero olvidamos planear los gastos repentinos, como son las propinas, el lavado de auto o las entradas al cine. Recuerda que todo debe pagarse de los mismos ingresos, así que no olvides planear esos pequeños gastos repentinos en tu presupuesto. De esta manera, tu capacidad financiera podrá cubrir tanto tus gustos, como tus necesidades.
No tener objetivos financieros. Es importante planear y establecer metas para trazar un plan financiero que te permita alcanzarlas conservando tu bienestar económico. Si tienes claro qué tipo de vida deseas tener y cuáles son tus metas a cumplir, es necesario orientar tus esfuerzos para lograrlas.
Mantener los gastos innecesarios. Sé honesto en la evaluación de tus gastos y omite aquellos que podrías evitar. De esta manera, dispondrás de ese capital para ahorrar para un viaje, saldar una deuda, invertirlo en la mejora de tu economía, entre otras posibilidades. La definición de gasto innecesario, depende de tu situación personal.
Fuente: Revista Forbes